Delicias turcas, el dulce mágico de las Crónicas de Narnia
Leí en redes sociales que Netflix tiene los derechos de “Las Crónicas de Narnia” y que tal vez esta saga literaria se convierta en una serie; entonces me acordé de los dulces favoritos de Edmund Pevensie: Las Delicias Turcas. ¿De verdad existen y son tan adictivas? Veamos cuál es su peculiar historia.
¿Cuál es el origen de las Delicias Turcas?
Las Delicias Turcas, Turkish Delight, o Lokum, son un dulce hecho con almidón y azúcar en polvo, que se produjo en Turquía. Es considerado como uno de los más antiguos del mundo con más de 200 años de antigüedad. Se conocen por lo menos tres historias sobre su origen:
1.
Un sultán creía que a las mujeres se les conquistaba a través del estómago, entonces ordenó a sus chefs que prepararan un nuevo postre para cortejar a sus numerosas amantes.
2.
Otra historia cuenta que las delicias surgieron de la rivalidad entre los chefs reales que crearon la receta para aparecer en los libros del Sultán.
3.
Otra leyenda cuenta que el deleite turco fue creado por un pastelero llamado Bekir Effendi, quien se crió en las montañas de Anatolia y llegó a Estambul a establecer su confitería. Gracias a su ingenio e imaginación logró que sus delicias se convirtieran en el regalo más elegante entre las personas de la alta sociedad.
De qué están hechas las Delicias Turcas y sus beneficios
La receta tradicional de las Delicias Turcas consiste en agua, azúcar, almidón, ácido cítrico, los cuales se cocinan durante un par de horas. Luego se deja reposar la mezcla un día y se cortan cubitos que se cubren con azúcar en polvo.
Dicen que el dulce tiene muchos beneficios, y que incluso los médicos lo recomiendan para dolores de riñón, ya que ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo. También dicen que sirve como una fuente de energía y se ha utilizado durante mucho tiempo para curar el acné y proteger los dientes.
En cada región de Turquía se pueden encontrar delicias de diferentes sabores, como nuez, avellana, pétalos de rosa, pistache, limón, menta, granada, azafrán, chocolate, coco… ¡Uff!
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Buena salud y feliz empacho
